José Ángel Brena Alonso
Durante este 80º aniversario de la Guerra Civil en Euskadi que comenzó el pasado mes de julio y se alargará hasta agosto de 2017 muchos municipios han puesto su atención en rememorar aquellos sucesos y recuperar el patrimonio que cada uno de ellos posee aún hoy día. Algunos tienen sus “lugares de la memoria”, es decir, donde sucedió un bombardeo (aéreo o artillero, pues ambos son bombardeos aunque de diferentes armas), asesinatos extrajudiciales, ubicaciones de cuarteles, hospitales, cementerios, monumentos, etc. También muchos municipios poseen un patrimonio arquitectónico construido militar, como es el caso de los que formaban la línea del frente o líneas de retaguardia o aquellos por los que transcurría el Cinturón de Hierro. Los hay con trincheras, asentamientos de ametralladora, abrigos, etc., mientras que otros conservan refugios antiaéreos construidos expresamente para la población civil. Este es el caso de Barakaldo, municipio que, además de contar con sus propios “lugares de la memoria”, como la Dársena de Portu, el cementerio de San Vicente o el aeródromo, también cuenta con obras de este tipo, la mayoría de las cuales no han conseguido llegar hasta nuestros días.
En Barakaldo además de los refugios improvisados en sótanos, soportales, túneles ferroviarios, etc., también se construyeron otros expresamente para estas necesidades concretas. En el libro de Carlos Ibáñez López Pinceladas Barakaldesas se mencionan tanto unos como otros: “(…) pronto hubo que tomar medidas de mayor seguridad, dando lugar a la perforación de túneles como los de Requeta (bajo el puente de Rontegui) así como los que se hicieron en la calle Arrandi o los llamados de “Las Canteras”, en la carretera que va a Trapagaran.” De todos los que menciona Carlos Ibáñez, que nosotros sepamos, sólo se conserva el que denomina “Las Canteras”, que no es otro que el que se encuentra bajo la Ciudad Deportiva en la denominada “trinchera” de entrada a Barakaldo viniendo desde Trapaga por la BI-745 y que ya en la actualidad se convierte en la parte final de la calle La Bondad. El refugio de Requeta desapareció hace ya años, probablemente por la construcción del Puente Rontegui. Además de estos mencionados, se construyeron otros en la ladera sur del monte Tun tun, en los terrenos de la extinta fábrica “Sefanitro” en el barrio de Lutxana y otro en Burceña en la calle Zumalakarregui donde hoy en día se ubica la empresa “Taller Usoa lantegia”. Estos son sólo aquellos de los que tenemos constancia, ya que es posible que aún exista alguno más que podría añadirse al patrimonio local.
De estos tres refugios existentes el único al que pudimos acceder fue el de la calle La Bondad hace ya años, pues después de esa última visita el único acceso que permitía la entrada a su interior fue tapiado por el ayuntamiento. Este refugio consta de dos entradas y un ventanal para aireación. Está construido como si de una galería de mina se tratase -excavado en la roca viva- y probablemente se usasen barrenas neumáticas durante su construcción. Posee una amplia galería central y otra más pequeña paralela a ella que se unen entre sí por tres pasillos. En esta galería secundaria se encuentra un depósito de agua que serviría para abastecer a los ocupantes del refugio, ya que el calor de tanta gente debería de ser asfixiante. Este depósito evacúa el agua excedente hacia el exterior por un tubo de desagüe que termina en el exterior del propio refugio y que hace las veces de improvisada fuente o manantial en el que no pocos han saciado su sed, aunque hoy día un cartel advierte de que el agua no es potable. El refugio es amplio y su altura en casi todos los puntos es de 1,70 metros, más que suficiente teniendo en cuenta que la talla media en aquella época era mucho menor que la actual. A parte de la humedad, el refugio se conserva en buen estado y carece de derrumbes pues la roca es bastante solida.
Tomando como referencia este refugio podemos suponer que el refugio del monte Tun tun podría ser similar, ya que que el tamaño exterior es bastante aproximado al de La Bondad. Este refugio consta de cuatro entradas excavadas en la ladera de la montaña y realizadas en forma abovedada con ladrillo. Todas ellas se encuentran tapiadas a pocos metros del exterior, lo que parece indicar que si se abriesen de nuevo esos accesos se podría acceder al interior y ver el estado en que se encuentra, aunque los accesos hasta él desde la calle Buen Pastor u Obispo Padre Olaetxea Plaza están cerrados hoy en día por las obras de urbanización de lo que en su día fueron los terrenos de la empresa “Sefanitro”.
Respecto al refugio existente en los terrenos de “Taller Usoa Lantegia” hace falta permiso para entrar y al parecer está a un nivel superior al nivel actual del suelo y es probable que también se encuentre cegado.
En definitiva un patrimonio que debería de ser preservado para futuras generaciones tanto por su valor histórico como sentimental para muchos barakaldeses.
- Foto 1: Refugio Bondad 1
- Foto 2: Refugio Bondad 2
- Foto 3: Refugio Bondad 3
- Foto 4: Refugio Bondad 4
- Foto 5: Refugio Sefanitro 1
- Foto 6: Refugio Sefanitro 2